El hermano pequeño de Macán es el guiño de Vega Sicilia a los grandes vinos de Rioja. Para esta añada 2018, que resulta más atlántica que cosechas anteriores, hubo que esperar hasta el mes de octubre para vendimiar. Asimismo en la crianza se aumentó el impacto de la barrica nueva en un 10% para buscar más profundidad y estructura. El resultado es un perfil más elegante y fluido, y, a juicio del crítico de The Wine Advocate, Luis Gutiérrez, «una de las mejores cosechas de este vino». Vista: Tonos cereza, con borde violáceo. Nariz: Destaca por su expresión frutal, notas de roble cremoso, especias dulces y tostadas. Boca: Manifiesta la frescura, la frutosidad, la vivacidad y la delicadeza del terruño, aportando profundidad y complejidad. Temperatura de servicio: Se recomienda servir entre a 18 ºC. Consumo: Óptimo hasta 2028 aproximadamente si se conserva en buenas condiciones.